miércoles, 15 de diciembre de 2010

Para tí.


Me encantaría poder acercarme y presentarme (otra vez) sin ponerme roja. Mantener una conversación cordial y sin sentido de las que se tienen cuando alguien te gusta y lo acabas de conocer. Poder mostrarme sin que mis inseguridades y mi vergüenza me cohiban y parezca la persona seria y aburrida que no soy. Mirarte fijamente a los ojos durante algo más de un segundo, para que puedas ver en mi, el deseo de tus brazos rodeando mi cuerpo.

Quizá algún día, cuando no tengas a nadie a quien querer y tu corazón tenga un hueco que quieras llenar, quiero que sepas que me encantaban tus miradas furtivas, tu forma de caminar, tu estilo personal y eso que me hacia ponerme nerviosa cada vez que te veía, aunque ni siquiera te conozca realmente.

Puede que algún día, en algún momento, en el lugar menos esperado nos encontremos y puedas saciar las ganas que fluyen en mi de besarte, hasta que no pueda respirar. Aunque como dicen: "No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante!", y pienso que lo mejor para mí, espera adelante.